«Veinte mil leguas de viaje submarino» («Vingt mille lieues sous les mers») es una de las obras literarias más conocidas del escritor francés Julio Verne.
Se dio a conocer en la «Magasin d’Éducation et de Récréation« («Magazín de ilustración y recreo») desde el 20 de marzo de 1869 hasta el 20 de junio de 1870.1
De manera íntegra, la obra fue publicada en Francia en dos partes (en 1869 la primera; y en 1870, la segunda). Por razones desconocidas, ambas partes, traducidas por Vicente Guimerá, aparecieron publicadas conjuntamente en el año 1869 en España por el establecimiento tipográfico de Tomás Bey y Cía., debido posiblemente a algún tipo de amistad personal entre Hetzel y Guimerá. Este dato parece desconocido por los biógrafos de Verne que citan como primera la edición francesa, siendo sin embargo la española, aunque con una tirada escasa.
En Francia, se publicó también en un volumen doble el 16 de noviembre de 1871.2
Hetzel, editor de la «Magazine de ilustración y recreo», no quería aceptar la obra, ya que creía que el mundo cambiaría mediante el progreso, mediante una nueva ética que sustituyera la metafísica y la moral cristiana sin necesidad de violencia. Por eso le ofendía «Veinte mil Leguas de viaje submarino»: por la violencia de Nemo, por su odio contra la humanidad. Verne quería que Hetzel entendiera el motivo de ese odio, explicado en una carta con la anexión de Polonia por parte de Rusia en 1863:
«Grandes Biografías: Julio Verne».
Pero lo que realmente importaba a Verne era que el capitán Nemo era realmente Julio Verne. Hetzel quería que Verne corrigiera la historia, pero no había posibilidad de la mínima corrección porque no había nada que corregir. Verne se ve a sí mismo en el personaje de Nemo, y lo que quiere transmitir es lo que es él, y no lo que no es.
«Veinte mil leguas de viaje submarino» es una obra narrada en primera persona por el profesor francés Pierre Aronnax, notable biólogo que es hecho prisionero por el Capitán Nemo y es conducido por los océanos a bordo del submarino Nautilus, en compañía de su criado Conseil y el arponero canadiense Ned Land.
La historia comienza con una expedición a bordo de un buque de la marina de guerra estadounidense: el Abraham Lincoln, al mando del almirante Farragut, que busca dar caza a un extraño cetáceo, con un largo y filoso cuerno en el hocico (luego se demuestra que el animal es un narval), que había ocasionado la desaparición misteriosa de diversas embarcaciones. Durante la expedición, los protagonistas se ven lanzados por la borda del buque como resultado de una embestida del animal. El profesor Aronnax y su acompañante Conseil son rescatados por el arponero canadiense Ned Land, y los tres logran llegar a nado a un lugar seguro. Una vez a salvo, descubren que no se encuentran realmente en una isla, sino sobre una estructura metálica: un submarino a flote a cuyo interior acceden por una compuerta, llevados por ocho enmascarados .
En el interior del misterioso artefacto conocen al Capitán Nemo, personaje desgraciado y brillante, con un oscuro pasado y de grandes aptitudes científicas y artísticas. Éste les muestra toda la nave, el Nautilus, y les da notables explicaciones sobre su ingeniería. El capitán les informa de que, al haber conocido su existencia, no puede dejarlos volver a la superficie.
A lo largo del viaje, les son revelados muchos secretos, y recorren diversos lugares, entre los que se menciona la mítica Atlántida, las islas de la Polinesia, el Mar Rojo, las costas del Lejano Oriente, el Mediterráneo, etc. A través de su personaje Aronnax, Julio Verne señala varios posibles inventos: escafandras autónomas de buceo, fusiles de balas eléctricas, máquinas para producir aire respirable, etc.
Un rasgo que hace muy interesante a la novela es la minuciosa descripción de los paisajes submarinos que se visitan, así como la casi enciclopédica descripción de una infinidad de seres marinos.
Se da asimismo una minuciosa descripción de las percepciones y las intenciones de los personajes a lo largo de la historia. Queda claro, por ejemplo, que el arponero Ned Land es partidario de escapar.
Tras una larga derrota y tras varios acontecimientos relativos a la vida a bordo del Nautilus, en el transcurso de los cuales éste es perseguido y atacado varias veces por buques de guerra, el capitán Nemo, presa de una fuerte depresión, se aísla de sus «invitados».
En los capítulos finales, los aislados prisioneros deciden escapar de manera definitiva. Este intento de escape coincide con momentos de mucha agitación en la nave durante los que se oye a los tripulantes repetir la palabra maelstrom. Tiene lugar el escape de una manera forzada, y pierden la conciencia durante él. Al final, se hallan sanos y salvos en las costas de Noruega, donde son rescatados. Julio Verne